En el corazón del extenso desierto de Atacama en el norte de Chile, se puede encontrar una nueva tecnología verde capaz de impulsar una ciudad de tamaño mediano.
La región tiene el nivel más alto de radiación solar del planeta, lo que la convierte en la ubicación perfecta para el proyecto Cerro Dominador, la primera planta de energía solar térmica en América del Sur.
En lugar de paneles solares , la planta usa 10,000 espejos, que reflejan la abundante luz solar hacia una torre de 250 metros (820 pies) de altura. El calor generado allí se utiliza para crear vapor para impulsar un generador de turbina, que a su vez produce electricidad. La energía se puede almacenar hasta 17 horas al día.
Si bien el 40% de su electricidad todavía proviene del carbón, Chile apunta a ser neutral en emisiones de CO2 para 2050 y planea descarbonizar al menos un tercio de sus 23 centrales eléctricas de carbón. Para muchas personas en las ciudades del norte del país, la industria de combustibles fósiles existente es una fuente importante de ingresos y el cambio hacia la energía verde presenta un futuro incierto.